
Las condiciones del campo
El campo de 260 hectáreas presenta un estado de degradación significativa, fruto del impacto humano y de la sobrecarga animal durante décadas. Actualmente, el monte bajo que predomina en la zona está en una condición frágil, con áreas de suelo descubierto. Estos suelos están endurecidos por la falta de vegetación y la constante exposición al sol, lo que dificulta la absorción de agua y limita la regeneración natural.
La diversidad biológica es escasa, tanto en lo que respecta a las especies arbóreas como a los suelos. La falta de sombra y de cobertura vegetal significativa ha dejado al ecosistema vulnerable, aumentando la erosión del suelo. La situación ha sido exacerbada por el sobrepastoreo, lo que ha provocado una pérdida significativa de materia orgánica y un terreno que necesita urgentemente descanso para comenzar a sanar.
Punto en favor: Nos encontramos en una zona donde ya hay vecinos comprometidos con la conservación del monte nativo! Hace unos cuatro años, un grupo de personas adquirió 1100 hectáreas también con el fin de crear una reserva natural y proteger el ecosistema. Nuestro proyecto nace en sintonía con esa visión, y creemos que unir fuerzas y trabajar juntos es el camino para preservar este territorio único.
